Desde el ayer y hasta el 11 de febrero se desarrolla este Diplomado Pensamiento Feminista y luchas sociales en el Sur que, tal cual define una de sus profesoras, “marca un antes y un después” en los estudios feministas.

Por Carolina Ayub desde La Paz. Al aeropuerto nos fue a buscar Alex, de Mujeres Creando, a las 4 de la mañana, con dulzura en forma de té de coca y cartelito. Entre la niebla llegamos al hostel y hogar de Radio Deseo, donde treinta personas vamos a convivir durante los próximos 40 días. Habitaciones compartidas entre seis, una enorme cocina comunitaria con mates, papayas, hojas de coca etc., etc.

El Diplomado comenzó esa misma mañana con nuestras presentaciones. Un quilombo hermoso: de la enumeración de países Uruguay, Colombia, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Chile son los que recuerdo. Diversidad, mucha y a la vista: todes diferentes y todes hermandes en los deseos de construir algo. Alguien se presenta así:

“Estoy aquí porque algo que me quita el sueño por las noches es cómo complotar, sabotear, y destruir esas estructuras de mierda que ya no solo buscan oprimirnos, sino destruirnos, impidiendo que tengamos una vida plena, y que a lo sumo solo podamos sobrevivir. Sé que esta lucha es colectiva y por eso estoy aquí: para tejer redes”.

Otro alguien:

“Soy una mujer transgénero, de ascendencia aymara, médica de profesión. Acabo de pasar tres años como autoridad de mi pueblo y eso me ha significado salir del núcleo de la comunidad trans y estar en contacto con todo tipo de personas, lo cual ha significado una lucha, pero también una terapia. Y he venido a este Diplomado para reforzar mi feminismo”.

Última:

“Soy trans masculino, trabajador sexual. Actualmente estoy participando del armado del archivo trans de la memoria chilena. Para mi esta Diplomatura es un sueño de alguien que se hizo realidad. Y mis expectativas ya han sido totalmente cumplidas con solo entrar a este salón y observar estos cuerpos tan diversos, tan diferentes a los que generalmente ocupan estos espacios académicos. Y eso solo, el reconocimiento corporal, ya es más de lo que esperaba cuando me anoté. Y lo hice para fortalecer redes. “

El aula es enorme y muy señorial, conservadora; brillantes las sillas plateadas. Casi que no pegan mucho esas sillas con las personas, quienes creo que esta Diplomatura les representa el único momento en que se sientan, por culo inquieto.

Jerarquías y dicotomías

El primer round lo condujo Adriana Burgos, docente de la Universidad Nacional de Jujuy, su cancha es la epistemología y ahí nos hizo entrenar peloteando la relación entre la verdad, la enunciación y el lenguaje. Un salto más y estábamos enunciando en voz alta dicotomías sexualizadas y que consagran jerarquías. Por ejemplo:

Trans / CIS

Blanca / Negra

Gorda / Flaca

Residente / Inmigrante

Normal / Anormal

Ser inteligente / ser bonita

Puta / santa

Femenina / Marimacha

Luego de pasar por los griegos, Newton, el progreso y otras supersticiones, terminamos analizando la película Rashomon (1950, pero escrita en 1915) donde se cuestiona la idea de verdad. Debatimos desde una perspectiva feminista la película.

Al terminar esa clase inaugural, le pregunto a Adriana cómo vivió el encuentro: “Con muchísima emoción, como todas, por estar en un espacio que históricamente nos había sido negado, por nuestro origen de clase y de raza y ahora lo estamos habitando, con una curricula propuesta por nosotras y compartiéndola con aquellas que siempre han tenido el acceso a este espacio y estos conocimientos sumamente restringidos. Y lo estamos habitando con amor y con mucho nivel epistemológico, pero sin que pretendamos quedarnos en una instancia puramente teórica, porque la necesidad urgente es la de organizarnos, establecer redes, trabajar colectivamente para nutrir las luchas y resistencias en cada uno de nuestros territorios. El desafío de esta Diplomatura es qué se construye después”.

Anatomía política del término “feminismo”

El segundo round estuvo a cargo de Carolina Meloni, argentina, residente desde hace años en España, profesora de la Universidad de Zaragoza y encargada de entrarle el diente al concepto “feminismo”, desde todos los ángulos posibles, para cuestionarlo, tironearlo, y amasarlo desde nuestras prácticas. A lo largo del encuentro fue hilvanando una larga lista de autoras que recomienda tener cerca, como el vaso de agua en la mesita de luz, ese que apaga las pesadillas. Algunas ya son leyendas y otras no tan conocidas. Va la lista de las autoras que desfilaron este primer día:

Sara Adler

Angela Davis

Almuneda Hernando

Gloria Anzaldua

Audre Lorde

Marie de Gaurnay

Olype de Gouges

Mary Wollstonecraft

John S. Mill

Flora Tristán

También le pregunto a Carolina sus sensaciones post clase: “Estoy acá por una posición política clara: generar otro tipo de academia. Mi formación es en una academia patriarcal, elitista, extractivista y eurocéntrica. Y este proyecto marca un antes y un después para todas aquellas que no nos reconocemos en un discurso hegemónico y de género. Y ese antes y después lo va a marcar sobre todo en la manera de enseñar el feminismo. Justamente esta mañana mientras las escuchaba a ustedes presentarse estaba temblando. Y todavía lo estoy. Y creo que está muy bien recuperar esa categoría del temblor como docente y como feminista. Y eso responde a la propuesta de esta Diplomado: no somos unas profesoras que venimos a dictar cátedra a unas alumnas que no saben nada. Lo que acá se cuece es el encuentro entre un feminismo de base y un feminismo académico, en grado de igualdad y de abrazo. Mi impresión de este primer día entonces es de enorme felicidad y agradecimiento”.