Transcripción de las palabras de Claudia Acuña, presidenta de AReCIA, durante la presentación del Proyecto de Ley de Revistas Culturales en el Congreso de la Nación.
“Estamos todos muy emocionados. Las palabras del diputado Rivas han tocado nuestro corazón y nuestras heridas. Todo este año estuvimos trabajando con él, lo vimos dedicar su tiempo, su sensibilidad para entender ¿qué es esto que esta hoy acá asomando y durante tanto tiempo nadie vio? Esto, señoras y señores, es el futuro. Nosotros no somos alternativos, ni el plan B de un modelo decadente: somos el futuro. No es obra nuestra: es obra de la sociedad que descubrió que ningún medio puede ser más poderoso que la gente. Somos hijos de ese desafío, somos deudores de ese desafío. Y como tal, debemos palabras de agradecimiento a la fuerza de la calle de esta sociedad en movimiento que nos trajo hoy hasta acá.
Todo lo que representamos está detrás de este proyecto de ley. Por eso tenemos absolutamente claro que esta ley es una herramienta que nos permite reconstruir todo lo que el modelo corporativo destruyó. Y decimos corporativo por modales, porque en realidad es un modelo mafioso: lo que no controla lo destruye.
Esta ley es la herramienta que nos permite reconocer a los canillitas su justo reclamo del porcentaje histórico que los intereses corporativos le robaron.
Esta ley es la herramienta que nos permite reconocer un sistema eficiente de distribución, que logra que nuestras revistas en dos horas estén en seis mil kioscos de la Capital y Gran Buenos Aires. Ese sistema que hoy sufre una crisis porque los intereses corporativos producen esa crisis para poder dominarlo.
Esta ley es la herramienta que nos permite reconocer la solidaridad que siempre hemos encontrado los editores independientes en la industria gráfica, para poder desarrollar productos y procesos que incluso tengan en cuenta el cuidado del medio ambiente, cosa que a ningún modelo corporativo le interesa investigar.
Esta ley es la herramienta que nos permite pensar en desarrollos tecnológicos, porque las revistas culturales somos terreno fértil para la innovación de cuyos beneficios puede nutrirse todo el sector.
Sabemos que somos parte de una industria, una industria cultural no corporativa, de trabajo honesto, de producción de vida, de una economía decente, que le hace tanta falta a este país.
Sabemos que esta ley ayuda a inspirar a personas que están estudiando comunicación social, porque a partir de ella les será posible trabajar en un lugar donde uno este orgulloso de lo que escribe, que tenga dignidad y que también se respeten sus derechos de trabajadores. Ese es el espacio que nosotros queremos construir.
Sabemos, también, que esta ley es la herramienta que nos permite reconocerle a nuestros lectoras y lectoras, nuestros verdaderos socios capitalistas, el esfuerzo que han hecho para sostenernos y hacernos crecer.
Sabemos también que es una herramienta indispensable para dar batalla, y construir otro paradigma distinto a este decadente, que empezó a morir el día que una revista escribió “Estamos Ganando”. Eso mató lo más importante que tiene el periodismo, que es su ética.
Es la herramienta que desafía a ese paradigma de la concentración, que divide a los grandes y chicos. En realidad, nosotros sabemos que no somos ni grandes ni chicos: somos muchos. Y tenemos muy en claro que hoy verdadera guerra es entre los pocos y los muchos.
Nosotros somos muchos y con esta ley queremos garantizar que cada día seamos más, porque este proceso de la democratización de la comunicación es imparable. Pero también sabemos que con esta ley estamos desafiando intereses poderosos. Por eso le pedimos, señoras y señoras diputados, que aceleren el procedimiento de aprobación de esta ley, porque nosotros mientras tanto estamos corriendo un riesgo muy grande”.