“Me acuerdo de esas noches terribles… Cuando salíamos de la redacción nos juntábamos con el grupo de periodistas en el bar La Academia, hasta la madrugada, hasta que salía la revista. Cuando llegaba Humor, hacíamos ufff… salió. Luego, vino lo peor. Me acuerdo que un día me llamó Andrés y me dijo:´Mona, venite rajando´. Cascioli me advierte: ‘Mañana está la revista en la calle. Por favor, no vuelvas a tu casa’. Le digo ¿qué pasó? `Hay versiones: vos entrás entre los que pueden ir a visitar´. Así era: horrible. Yo tengo un hermano desaparecido y conmigo me había traído a vivir a mi cuñada y a dos criaturas chiquititas. No era tan fácil levantar todo e irse. Eso hicimos. Esa noche no llegaron, pero otra noche sí: revolvieron todo. Nunca nos fijamos bien si se habían llevado algo o no: lo importante en ese momento era otra cosa”.

La periodista y conductora Mona Moncalvillo murió este lunes a los 73 años. Directora de Radio Nacional entre 2003 y 2007, y con una trayectoria que va desde La Opinión hasta la agencia estatal de noticias Télam. Desde la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (AReCIA) la recordamos como una de las míticas plumas de la revista Humor, ícono de las revistas culturales en el país, y donde se destacó durante 14 años por sus entrevistas y sus columnas y que siempre de forma solidaria acompañó a nuestros sector en nuestro reclamo por una Ley de Fomento al Periodismo Cultural a nivel nacional, y que en la Ciudad de Buenos Aires bautizamos como Ley Cascioli, en honor al editor de la histórica publicación.

Las palabras del comienzo refieren al día en que presentamos la Ley Cascioli, en una jornada al aire libre frente a la ex redacción de la revista, donde hoy funciona la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, donde también participaron Carlos Ulanovsky, Miguel Grinberg y Marcelo Figueras. Ese edificio fue uno de los bienes que el Estado embargó a la editorial La Urraca, editora de Humor, en el marco de una cadena de juicios que comenzó el propio Estado en dictadura y continuó en democracia. Hoy, son las herederas del editor Andrés Cascioli quienes tienen que afrontar las consecuencias de esos juicios que no se han detenido a pensar de la quiebra de la sociedad y la muerte del editor. La justicia acaba de dictaminar que un juicio iniciado por la publicación de una carta en el correo de lectores de Humor lo tiene que pagar Malena, la hija de Cascioli, quien ni siquiera había nacido cuando se publicó.

Así, lo simbólico de hacer el acto en esa calle se convirtió en un puente concreto de experiencias de ayer y hoy sobre cómo hacer periodismo en un país que persigue hasta a los herederos de los editores independientes y favorece a las empresas que dominan un mercado concentrado.

“Mona Moncalvillo era la autora de entrevistas memorables, que, sin temores, preguntaba y publicaba lo más de lo menos permitido, otorgándole visibilidad a grandes personajes que, o estaban prohibidos, o en las tinieblas”, la definió Ulanovsky, en una jornada que AReCIA realizó en el marco de la Feria del Libro en 2018.

Desde AReCIA agradecemos y recordamos su generosidad, solidaridad y compromiso.
Hasta siempre, Mona.