El colectivo artístico Las Criadas, al grito de «aborto legal ya», recorrió las estaciones del subte D y los pasillos de La Rural vestidas como personajes de la novela Margaret Atwood. Así, performáticamente, comenzó la charla que la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (AReCiA) brindó en el marco de la Feria del Libro de Buenos Aires el sábado 11 de mayo.

En tiempos de crisis editorial y desesperanza colectiva, Sergio Ciancaglini, Presidente de la asociación  y Marlene Wayar miembrx fundadorx conversaron entre ellos y con el público sobre el estado actual de la comunicación independiente, la autogestión como práctica para la libertad y la historia de los proyectos de los que son parte.

Ya en el inicio mismo de charla Ciancaglini delimitó el campo de la autogestión para las revistas «cooperativas o grupos autogestivos integrados por personas con una misma pasión por comunicar, por hacer periodismo en donde no hay fin de lucro en el sentido de negocio, sino un fin para el trabajo, para vida, para las revistas que hacen». Y agregó «y son estas revistas en las que no hay operaciones, mentiras, trolls, fake news y todo el arsenal al que nos tienen acostumbrados los medios convencionales». Por esto mismo remarcó que son estos colectivos los que sostienen la libertad de expresión o, como propone, los que ejercen una verdadera expresión de libertad en un escenario de concentración de medios en donde el silenciamiento de voces y la  invisibilización de la diversidad se encuentran a la orden del día. En el interior del país, dirá, lo que las personas relatan sistemáticamente es que no tienen cómo hacerse oír más allá de los proyectos y revistas como los que nuclea AReCiA. Y en esa línea, en la que la desertificación informativa marca la norma, la charla recuperó la imagen de Rodolfo Walsh como un autor que por las carácterísticas de su trabajo -el compromiso personal, el minucioso trabajo de investigación- nunca podría haber contado lo que nadie contaba en otras revistas que no fueran culturales e independientes.

Marlene Wayar, por su parte, reconocida militante trans, editora de El Teje -primera revista de temática travesti latinoamericana- y miembro fundadora de la asociación, inició su intervención preguntándose e invitando al público a pensar cómo producir una sinergia que nos convoque a la comunicación más allá del medio. Wayar visibilizó el problema de acceso a la pauta privada en todo el país como una batalla simbólica que dar a la vez que remarcó la obligación que tienen los distintos estamentos del Estado para promover la comunicación cultural de calidad reconociendo en tiempo y forma las necesidades del sector.

Ciancaglini finalizó la charla diciendo que si bien esta es una época de incertidumbre y de sensaciones de impotencia, las experiencias narradas en las revistas culturales, los temas que estas publicaciones cubren y siguen, tales como las luchas de los pueblos originarios, las luchas contra la megaminería y los agrotóxicos, las cuestiones de género y diversidad, muestran y demuestran una vitalidad enorme por parte de la sociedad. Y allí, dirá, en la calle, en la gente que decide no quedarse sola y en las revistas culturales que les dan voz, se discuten los temas importantes del país.