La Pulseada es una revista que nació en el año 2002, en la ciudad de La Plata. Es un emprendimiento de la Obra del Padre Carlos Cajade, con contenidos que implican un compromiso con la lucha por una sociedad más justa e igualitaria. Cada número es vendido por trabajadores que obtienen así una fuente de ingresos y una forma de inserción social.
La Pulseada integra la Asociación de Revistas Culturales Independientes de la Argentina (AReCIA) desde sus inicios en 2011 y atraviesa las mismas dificultades que la mayoría de las revistas culturales e independientes de nuestro país. Reproducimos la editorial del primer número de este año de La Pulseada, que plantea un panorama exhaustivo de la grave situación que padece el sector.
Edición de emergencia
La Pulseada vuelve a la calle. Estamos por cumplir la mayoría de edad. Desde hace 17 años sabemos lo difícil que es el verano para nuestros vendedores y vendedoras: enero y febrero sin ingresos. Marzo es, para ellos, el mes más esperado. No podíamos no salir.
Pero no fue fácil y esta es una edición atípica, ajustada. Producida con un esfuerzo enorme en medio de la incertidumbre. Así salimos y no sabemos si será posible el otro mes o el que sigue.
Necesitamos decirlo: hoy La Pulseada es posible por la persistencia de pequeños anunciantes que sostienen su apoyo contra viento y marea, por el esfuerzo de un colectivo de profesionales comprometidos que nos autoexplotamos porque valoramos esta forma de hacer periodismo, por el aguante de Manchita, la imprenta de la Fundación Pelota de Trapo, y por ustedes, lectores y lectoras que siguen comprando la revista aunque venga más flaca, al mismo precio.
Sin abrumar con números, queremos contarles que nuestro principal costo es la impresión, sujeta siempre a aumentos impredecibles por los vaivenes del descontrolado mercado del papel. Hemos hablado de eso en otras oportunidades y a través de la Asociación de Revistas Culturales Independientes (ARECIA) a la que pertenecemos. A su vez, como la mayoría de los medios gráficos, nuestro ingreso más importante es la venta de espacios de publicidad. Grosso modo, se podría decir que la publicidad cubre la impresión de la revista; mientras que lo que deja la venta de ejemplares solventa todos los demás costos.
En los últimos años, los ingresos por publicidad se dividieron parejos entre la suma de pequeños anunciantes privados y las pautas oficiales del Estado nacional, provincial y los municipios de la región. A nivel nacional, el acceso a la publicidad gubernamental fue producto de una negociación colectiva que realizó AReCIA en 2013 y benefició a decenas de publicaciones independientes. A fines de 2015, con el cambio de autoridades ese acuerdo se interrumpió, pero con organización colectiva logramos reactivarlo unos meses más tarde y esa publicidad fue fundamental para la subsistencia de nuestros medios. El año pasado, con la excusa de la veda electoral, el gobierno de Mauricio Macri la interrumpió. Pero nunca volvió al finalizar la veda. En retirada, tras haber perdido las elecciones, ni siquiera se ocupó de pagar las facturas de septiembre, el último mes pautado. El nuevo gobierno encontró la caja vacía y aún no define el criterio de reparto. Hay otras prioridades. Pero aquí estamos: es marzo, el mes más esperado, y no podíamos no salir.
Otro tanto pasa con los demás niveles del Estado. El gobierno bonaerense prometió una respuesta para este mes; esperamos contar con su apoyo. La Municipalidad de La Plata se comprometió a pautar, pero desde abril; mientras, tiene una deuda de pagos de varios meses, sin contar los 20 meses que dejó impagos Pablo Bruera, de los que nadie se hace cargo. No es el único: Jorge Nedela se fue de Berisso y dejó dos años enteros adeudados. Su gobierno contrató un espacio, cumplimos y nunca se pagó. La única excepción es la Municipalidad de Ensenada, que no interrumpe su publicidad ni siquiera en el verano y la paga en tiempo y forma.
Hoy por hoy, la comuna ensenadense, sindicatos, comercios y algunos profesionales son quienes hacen posible que esta revista esté en la calle, pero su aporte apenas cubre la mitad de la revista que solíamos hacer. Por eso esta es una edición de emergencia.
Queremos seguir en la calle, como hicimos siempre. Necesitamos hacerlo. Porque así como el Hogar y las casitas de la Obra emprenden la lucha contra el hambre, que es prioridad, esta revista nació para acompañarlas y denunciar las causas por las que hay pibes y familias sin techo, sin pan y sin trabajo. Para eso también tenemos una web, www.lapulseada.com.ar, y un programa de radio entrando en su décimo año, que arranca el 11 de marzo en los estudio de Radio Futura. Estamos en Facebook, en Instagram y en Twitter. A través de todos esos medios podrán enterarse cómo sigue esta situación y encontrar los contenidos que produjimos como siempre pero no entraron en esta edición de menos páginas. Esperamos volver de la mano de nuestros vendedores en abril, cuando esta revista cumpla sus primeros 18 años.