Viva el teatro: la magia y sus maravillas; un muñeco cobra vida, sale por la ventana y observa que el mundo podría ser mucho mejor; un empleado en un sótano decide poner freno a la inercia laboral y vuelve a la superficie a recobrar sus sentidos. Espectáculos para pensar, soñar y divertirse, esta vez en Calibán (el teatro de Norman Briski), El Galpón de Guevara y MU Trinchera Boutique.

Magia & Sushi – El increíble show de Nico Gentile

En el espacio que fuera el Bazar de Magia del legendario mago inglés Fu Manchú y desde hace casi cinco años es la casa de la Cooperativa Lavaca tendrá lugar Magia & Sushi:  El increíble show de Nico Gentile

Con traje y moño, Nicolás Gentile será el anfitrión de la velada, que incluye cena show, con entrada a la olla. Porta Nico dos saberes indispensables para alegrarnos la vida: es actor y es mago. Ambas ciencias de lo posible se abrazan, se potencian y el resultado es sorprendente: una reivindicación de la alegría. Teje historias, situaciones increíbles, las narra y también las muestra, porque las palabras se pueden convertir en objetos, en lo que parece imposible. Para eso está su magia.

Si alguien puede brindar algunas pistas de cómo encarar este tiempo incierto es aquel que logra transformar lo ordinario en extraordinario, la carencia en abundancia. Nico Gentile porta este conocimiento. Puede mostrar sus dedos pulgar e índice separados por unos centímetros. ¿Qué hay allí? Nada, aparentemente. Para él allí puede estar lo impensable. Si no hay, se inventa.  Si no existe, se crea.

En un mundo donde lo cotidiano tantas veces agobia, la magia y la diversión vienen al rescate. Detrás de este gesto de romanticismo moderno,  Nico aparece de la nada como héroe de lo distinto. De él puede decirse que es un estudiante dedicado, de distintas influencias mágicas, performer habitual en un sinfín de escenarios; y buscador incansable de complementos artísticos que supo encontrar en el clown, el humor, la música, y el teatro. Cartas que juegan, monedas que viajan, sogas que atrapan, luces que bailan, quizás algún conejo se atreva a guiñarnos un ojo.

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Jueves 21 de julio a las 20 hs y el 3º jueves de cada mes.

@magonicogentile

@mu.trinchera

Jijop

Un carpintero confecciona docenas de muñecos. Pero uno tiene una particularidad: comienza a moverse y a registrar el mundo con sus ojos y sus propias percepciones. Esta creación que cobra vida se anima a saltar por la ventana. Su cuerpo va perdiendo rigidez poco a poco y la curiosidad lo lleva a hacer descubrimientos a cada paso. Esta obra para todas las edades está protagonizada por el actor y bailarín Emiliano Larea. Con una destreza física notable, Emiliano crea un personaje que va ganando terreno sobre el escenario, los objetos que aparecen construyen un universo a su medida y conforman sus primeras experiencias de objeto de madera inyectado de aliento vital.

Teatro físico, teatro negro, danzas urbanas, son algunos de los condimento que componen la escena. Jijop sale a conocer el mundo y se da cuenta de que la rutina, el orden y la subordinación rigen la vida de los humanos. Quizás el mundo pueda ser otro. Emiliano Larea y el director Gabriel Paez tenían ganas de armar una obra de lenguaje corporal, faltaba definir qué contar y cómo. Se juntaron a ensayar y Emiliano bailaba, improvisando con música que ya tenía en mente. De ese modo fueron apareciendo los personajes y la trama empezó a surgir con cada ensayo. “No teníamos idea hacia donde nos íba a llevar —reconoce Emiliano— Jijop se nos fue develando en cada encuentro. Teniamos bien claro que queríamos generar una nueva manera de contar historias, fusionar la danza con el lenguaje dramático, con el lenguaje teatral pero que la dramaturgia fuese dibujada en la melodía y en los movimientos”.

Una vez decidido el relato, apareció el director de arte Martín Diez, quien diseñó la escenografía. “A él se le ocurrió darle cuerpo a los objetos que yo me imaginaba en el movimiento y de esa manera surgió la idea  de emparentarnos con el teatro negro y que aparezcan las asistentes Sin y Zaira que hacen un trabajo  infernal en bambalinas para que todo funcione. De esa manera nació el concepto de recrear los objetos”.  La estética de los personajes fue consensuada con Martín Diez y Azul Borenstein, también directora de arte y así fueron encontrando la identidad, el vestuario y personalidad de cada uno.

Emiliano baila desde muy chico. Se encerraba en su habitación a bailar frenéticamente en Madariaga, su ciudad natal. “No había referencias artísticas de danza, sino más bien folclore, ese tipo de danzas, no tuve referencias sino que fue más mi conexión”. En la adolescencia comenzó a tomar clases de teatro y a los 18 vino a Buenos Aires a estudiar en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático. Al terminar la carrera pensó  que debería haber estudiado danza y se anotó en distintos talleres. “Mi búsqueda fue fusionar lo que conocía del arte dramático con la danza y el movimiento. Pasé por varios lugares, investigué antropología teatral, hice contemporáneo, mimo, flying  low, y cuando empecé a meterme en el mundo del hip hop encontré muchas respuestas a mis inquietudes. Por eso la obra se llama Jijop, que es una deformación de hip hop argentinizada, es un juego de palabras que remite al personaje principal y a la impronta del hip hop que es donde encontré muchas respuestas al movimiento que se ve en escena”.

El Galpón de Guevara, Guevara 326 , CABA

Domingos 17.30 hs

@jijopbaila

@emilianolarea

9.81

Según las leyes de la física, la inercia consiste en la resistencia que oponen los cuerpos a modificar su estado de quietud o su movimiento. Mientras era estudiante secundario en un industrial, Norman Briski se preguntaba si la inercia era una condición exclusiva de la materia o si también podía actuar sobre los afectos. Estos pensamientos influyeron en su obra teatral 9.81,  que alude a los 9.81 metros sobre segundos al cuadrado, la fuerza de atracción de la gravedad, que explica cómo caen los objetos.

Un trabajador permanece en una especie de sótano, que se convierte en su hogar, su oficina, su espacio de experimentación laboral, su jaula. Allí come, toma mate, duerme, sobrevive. Completamente aislado, se enfrasca en su objetivo: lograr reducir la inercia. “Todo está relacionado con la inercia —afirma el actor, dramaturgo, director y docente Norman Briski—de lo que queda de algo que pasó, la obra se refiere a ese tema que está como olvidado, como si los cometas no tuviesen cola, en todo accionar es irremediable la posibilidad de tener su inercia. Eso lo aprendí mientras estaba pensando la obra”.

Sumergido en su rutina laboral, algo tendrá que frenarlo, un impulso que le permita salir de ese mecanismo sin fin. Briski: “Sergio Baratucci es un gran actor y además es ingeniero, por lo que toda esta idea ha sido no solamente entendida sino sentida”. Cuando consigue decir basta, saldrá a la superficie, donde otro mundo lo espera. Aparecen otros personajes que pondrán color, música y humanidad. “En esa explotación que sufre, busca emanciparse y va a un lugar donde siente que puede encontrar algo que no esté relacionado a la inercia”. Además de Baratucci, trabajan en la obra —que tiene versión cinematográfica— Guillermo Bechthold, Vanesa Bollea, Daniela Colucci, Germán Cunese, Tomás Finkelstein, Luigi Longone, Guadalupe Mesples, Wandy Murga, Helena Pérez, Maximiliano Pinget y Romeo Saint Phard.

La aventura del encuentro, el roce de los cuerpos que bailan, la llegada de lo imprevisible. Una oportunidad de vivenciar el empuje hacia otra realidad y vencer la inercia que lo doblegaba. La danza, con su libertad y la sabiduría que habita en cada cuerpo, le ofrece la posibilidad de fuga hacia lo inesperado.

Teatro Calibán, México 1428, PB 5, CABA

Martes 20 hs

@teatrocaliban

@981.obra