Antes de que la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (Arecia) plasmara en un proyecto de ley las reivindicaciones y soluciones a los problemas del sector hubo decenas de reuniones semanales, mensuales y hasta un Foro de Revistas Culturales en la Manzana de las Luces, que este año se repetirá del 11 al 13 de octubre. Toda esa actividad autogestiva que condujo al ingreso de la Ley de Fomento para la Producción Autogestiva de Comunicación Social por Medios Gráficos y de Internet en el Congreso tuvo desde principios de 2011 el respaldo de la Dirección Nacional de Industrias Culturales y su director, Rodolfo Hamawi, asegura que el acompañamiento “surge de la convicción de entender que, el de las revistas culturales, es uno de los campos más dinámicos y creativos”.

Rodolfo Hamawi

Rodolfo Hamawi

“Se trata de referentes ineludibles en la búsqueda de una reflexión que amplíe y agudice la mirada de los lectores, sobre el abanico diverso de temas y perspectivas que los ocupa. En este sentido, las revistas culturales, construyen ciudadanía y dilatan los márgenes de la democracia”, afirma Hamawi y agrega: “Desde la Secretaría de Cultura de la Nación, alentamos los proyectos de ley que apunten a resguardar estas canteras culturales”.

 

La ley de fomento a las revistas culturales fue presentada por el diputado del Frente para la Victoria (FpV) Jorge Rivas y cuenta con el respaldo de más de una decena de diputados: Héctor Recalde, Remo Carlotto, Mara Brawer, Adriana Puiggrós, Liliana Ríos, Juan Carlos Junio, María del Carmen Bianchi, Carlos Heller, Silvina García Larraburu, Edgardo Depetri y Omar Plaini. Además, el proyecto tiene las adhesiones de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y las universidades nacionales de Lomas de Zamora, Quilmes y La Plata. También recibió el respaldo del IUNA y la Fundación Walter Benjamín.

 

-¿Es necesaria la vigencia de estos medios de comunicación para dar a conocer las prácticas culturales y sociales que el mercado deja afuera?

-Las revistas culturales no responden a un fin comercial: surgen de la necesidad de editores y redactores, de comunicar ideas y experiencias específicas. Son parte de procesos colectivos, ligados a las artes, la política, la sociedad. Podemos decir que se trata de la comunicación en estado puro. Además, escapan a la lógica de los grandes medios y, por eso, son fuente consistente de novedad. Son, de hecho, y cada vez más en nuestro país, la contracara de otros medios masivos, monocordes y monopólicos.

 

-¿Es posible pensar estas experiencias como un nuevo paradigma de producción periodística?

-Argentina muestra una vasta tradición en revistas culturales que se inicia en el siglo XX, en el ingreso del Estado nacional a la Modernidad. Desde ese momento, las revistas culturales fueron el territorio en el que se desarrollaron debates estéticos y políticos capitales para la democracia. En el que escritores y poetas ensayaron sus primeras publicaciones consagratorias. En el que la historieta se constituyó en un género literario de alcance y arraigo popular. En el que movimientos de todos los signos ideológicos pudieron expresar su concepción particular de la vida y la sociedad. Así lo testimonian revistas tan dispares como Martín Fierro, Los pensadores, El escarabajo de oro, Contorno, Humor, Punto de vista, Mascaró, Pelo, entre muchas otras.

 

-Entonces, ¿por qué surge la necesidad de avanzar hacia una ley que reconozca al sector?

-El florecimiento que hoy día exhibe el sector parece estar asociado, muy directamente, a tres aspectos: la necesidad de recuperar espacios de comunicación horizontal y confiable; el deseo de transmitir una experiencia social o comunitaria o política con voz propia; el imperativo de preservar la memoria histórica del arrebato de los monopolios de la información.

 

-¿Qué relación tiene este respaldo con lo manifestado por la Presidenta durante la inauguración del Gaumont sobre “volver a empoderar a los argentinos de sus bienes culturales”?

-Argentina viene dando una batalla formidable por democratizar la comunicación, abrir los canales de difusión, liberar la palabra monopolizada en pocas voces y manos. Al igual que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una ley de fomento de las revistas culturales permitirá ampliar derechos de producción y de acceso, multiplicar los mensajes y, en definitiva, alcanzar una cultura enriquecida y más democrática. Estimular la creación y producción cultural mediante la asignación de recursos a las distintas áreas, articular con otros ministerios y organismos públicos la realización de políticas específicas, que en el caso de la Dirección de Industrias Culturales se destaca la creación del primer mercado nacional de industrias culturales, el MICA, inaugurado en 2011. Profundizar, sobre todo, las estrategias conceptuales y técnicas para la ampliación del acceso y la distribución de bienes culturales, es parte de la política nacional puesta en práctica, primero, por Néstor Kirchner y, luego, por Cristina.
 

DATOS DEL SECTOR DE REVISTAS CULTURALES

  • 241 títulos producidos, según el Registro Nacional de la Secretaría de Cultura de la Nación.
  • Tirada promedio del sector: 350 mil ejemplares mensuales.
  • Readership (lectores) promedio: 1.400.000 mensuales.
  • Aporte del sector a la industria gráfica pyme regional: 1.750.000 pesos mensuales.

 

EJES CENTRALES DE LA LEY DE FOMENTO A LA PRODUCCIÓN AUTOGESTIVA DE MEDIOS GRÁFICOS.

  • La ley aboga por políticas públicas destinadas a fortalecer el sector de la producción de comunicación cultural autogestiva: fomentándolo, protegiéndolo, impulsándolo.
  • El concepto de Autogestión define quiénes pueden ser beneficiarios, pero también quiénes no. La comunicación cultural independiente se sostiene sin patrón y con el objetivo de crear vínculos que fortalezcan una producción de la información fundamentalmente social y más democrática.
  • Es necesario garantizar nuestros derechos por escrito; establecer un contrato social. Como señala el primer artículo de la ley, es importante “declarar de utilidad colectiva e interés nacional la producción autogestiva de comunicación cultural independiente por medios gráficos”. Allí radica el sujeto, objeto y sentido de lo que proponemos.
  • La finalidad del proyecto se centra en el desarrollo integrado, equitativo y eficiente de la estructura productiva. Ese desarrollo debe sostenerse en cuatro patas fundamentales: un tratamiento impositivo más justo para con el sector, un sustento económico de parte del Estado destinado a redistribuir los recursos destinados a los medios de comunicación, el acceso prioritario a licitaciones y concursos, y el acercamiento de los mecanismos de difusión y circulación estatales a través de sus instituciones (bibliotecas, correo, etc.)

Contactos de prensa AReCIA:

  • Marlene Wayar – Revista El Teje – 1549808713
  • Claudia Acuña – Periódico Mu – 1539096513
  • Mariane Pécora – Periódico VAS – 1562748246
  • Nahuel Lag – Revista NaN – 1566193013
  • Nahuel Gomez – Revista NaN – 1530994382
  • Laura Yanella –Revista Güarnin – 1541781117
  • Julia Pomies -Revista Kiné -4981-2900

 

Contacto Legislativo:
Jorge Rivas – diputado nacional (FpV) // Prensa: [email protected]
(15) 5615-5357
Rodolfo Hamawi – titular de la Dirección Nacional de Industrias Culturales // Prensa Alejandro Obeid [email protected]