Así se llama esta nueva realización que retrata el mundo de la autogestión a través de ocho capítulos en los que se abordan experiencias recientes de diferentes cooperativas que lograron recuperar empresas vaciadas o quebradas por las patronales. ¿Cuál es su relación con lo político, lo económico, lo social, lo cultural y la actualidad? Con producción integral de lavaca y dirigido por Patricio Escobar (autor del documental La crisis causó 2 nuevas muertes, entre otros), el trabajo refleja a un movimiento que después de más de 20 años crece, se proyecta en nuevas generaciones, genera empleo donde no lo hay y presenta propuestas para hacerle frente a la crisis, los monopolios, el individualismo y la desesperanza. Este y todos los artículos de esta edición sobre la actualidad de las empresas recuperadas fueron investigados, producidos y elaborados por Lucas Pedulla.

Una imagen baja del cielo. 

Se ve un barrio conurbano.

De pronto, una fábrica.

De fondo, sonidos de máquinas construyen una armonía con reminiscencias tangueras, mientras un título desciende hasta los suelos: Las cosas que hay que hacer para trabajar.

Así se llama la nueva producción audiovisual de lavaca, realizada gracias a un proyecto ganador del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA), del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), que el equipo periodístico de nuestra cooperativa realizó durante 2022. La dirección estuvo a cargo del cineasta Patricio Escobar (La crisis causó dos nuevas muertes, Qué democracia, Sonata en sí menor, Antón Pirulero, Bufones de la risastencia) y aborda las peripecias de un movimiento que la Cooperativa de Trabajo lavaca acompaña desde su nacimiento en 2001: las fábricas recuperadas por sus trabajadoras y trabajadores. Ese movimiento lo reflejamos en un primer libro llamado Sin patrón, con prólogo de Naomi Klein y Avi Lewis, que sistematizó aquellas experiencias pioneras que despertaban la atención del mundo entero, por un pequeño detalle: en épocas de crisis en Argentina había obreras y obreros que se hacían cargo de los medios de producción y de una nueva lógica de gestión del trabajo, la vida y la dignidad. Próximamente, nuestra cooperativa editará un nuevo material bibliográfico, con una nueva generación de fábricas que siguen recuperando sueños, deseos, presente y futuro, con una leyenda que sigue vigente: “Ocupar, producir, resistir”.

En Las cosas que hay que hacer para trabajar, la propuesta fue un acercamiento documental a movimientos, agendas, ideas, proyectos, voces y cuerpos que no suelen aparecer frente a las cámaras en la dimensión de lo que producen.

Algunos ejemplos:

  • Un acto histórico con 2.000 cooperativistas de todo el país en una aceitera que es modelo de autogestión, con la presencia, por primera vez, de un presidente en ejercicio en una fábrica recuperada. Spoiler: ese presidente, Alberto Fernández, habló para el documental.
  • Un proyecto de ley que propone un marco jurídico específico para las recuperadas, para acompañar los procesos de recuperación sin el camino traumático que implican la toma y las amenazas judiciales de desalojo.
  • El desconocimiento en materia de políticas públicas por parte del Estado de un sector que, a lo largo de más de 400 empresas en todo el país, produce fuentes de trabajo para más de 14 mil personas.
  • La certeza de que las fábricas recuperan algo más que el trabajo: Gráfica Patricios celebró 19 años habiendo dado a luz también una escuela, una sala de salud y una radio comunitaria.
  • La dignidad y la comunicación también pueden recuperarse, y la experiencia cooperativa de Tiempo Argentino, con imágenes exclusivas de lavaca del momento de la recuperación, es un fiel reflejo de esa nueva praxis.
  • La voz del Bauen, símbolo y emblema, con el cierre del hotel, y la reconversión de la cooperativa.
  • La expertise de una nueva generación de jóvenes mujeres que, a partir de sus experiencias, podrían dictar masters de gestión en Harvard o La Sorbona.
  • La creación de una moneda que sirve como herramienta de intercambio para fortalecer la producción de las empresas y de otras experiencias de economía popular, a través del intercambio de productos y servicios.
  • Nada de esto suele verse en todo su alcance.

Y todo esto –y más– son las cosas que tenemos que hacer para trabajar.

Capítulo 1

El punto de partida es el Encuentro Federal de Empresas Recuperadas, realizado en la Aceitera La Matanza, recuperada en 2016. Fue el escenario que impulsó una nueva presentación del proyecto de Ley de Recuperación de Unidades Productivas, un modo de consolidar y expandir la experiencia de empresas y fábricas recuperadas por cooperativas de trabajadorxs. El proyecto de Ley, que publicamos completo en lavaca.org, se acompañó con el lanzamiento del ReNacER (Registro Nacional de Empresas Recuperadas), herramienta para conocer en detalle al sector que cuenta con más de 400 experiencias y elaborar políticas públicas que fortalezcan la producción, la comercialización y formalicen derechos de las mujeres y hombres que frente a fábricas vaciadas y quebradas desde fines de los 90, lograron ponerlas en marcha y defender su derecho al trabajo. En el capítulo hay experiencias de Jujuy, Santiago del Estero, Conurbano bonaerense, CABA, Salta, Tucumán, Bragado, Misiones. La cantidad de trabajadoras y trabajadores refleja también la realidad de un movimiento ya constituido: del fenómeno del 2001 a un movimiento que se agrupa, se moviliza, trabaja y reclama un nuevo marco de derechos.

Capítulo 2

El escenario del segundo episodio continúa en la Aceitera La Matanza, pero el foco ahora está puesto en una novedad: la fábrica contó ese día con la presencia de Alberto Fernández, la primera vez que un presidente en ejercicio visitaba una fábrica recuperada. También aparecen del exministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico; y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Allí, en presencia de miles de trabajadoras y trabajadores, Fernández dice que ahora es él quien tiene que convencer y transmitir al resto de la Argentina que la economía popular “es valiosa y hay que darle herramientas para que siga creciendo”. Luego, el Presidente es entrevistado por la conductora del ciclo, la periodista de lavaca Anabella Arrascaeta, y brinda una curiosa interpretación sobre el apoyo del Estado a las cooperativas. Luego, el referente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y Director Nacional de Programas de Inclusión Económica, Eduardo Vasco Murúa, devuelve las cosas a su lugar con datos: la diferencia de lo que recibieron en pandemia empresas privadas y cooperativas de trabajo.

Capítulo 3

El territorio muta y, desde el aire, aparece el Congreso Nacional. Desde su irrupción en 2001, las fábricas recuperadas cuentan con un marco jurídico precario. Algunas se amparan en la Ley de Concursos y Quiebras, pero el andamiaje legal es deficiente, y muchas veces terminan quedando bajo los criterios de jueces y síndicos, que juegan a favor de los exdueños. Otra norma es la Ley de Cooperativas, pero por mucho tiempo quedó relegado la sanción de un ordenamiento específico para recuperadas. Otra de las estrategias fueron las leyes de expropiación, pero muchas de ellas quedan sin efecto ejecutivo por parte del Estado. Por ese motivo, la ley de Recuperación de Unidades Productivas es un mecanismo necesario y que los trabajadores presentaron por segunda vez en el Congreso, luego de que perdiera estado parlamentario en 2020. El capítulo recorre las palabras de diputados y diputadas que expresan discursivamente la importancia de la ley. Una de ellas es Victoria Tolosa Paz, la actual ministra de Desarrollo Social. Sin embargo, al día de la fecha, la ley no fue sancionada. ¿Por qué el diputado Leonardo Grosso habla de “ceguera epistémica”?

Capítulo 4

¿Qué es lo que se pone en movimiento con la recuperación de una empresa? En el episodio cuatro nos vamos a la celebración de un nuevo aniversario de Gráfica Patricios, la fábrica recuperada por su cooperativa de trabajadores donde, además, imprimimos esta revista hace 16 años. Las cosas que hay que hacer para trabajar involucra la recuperación del barrio, y las imágenes del orgullo: una escuela secundaria, una sala de salud, una radio comunitaria, el apoyo de sindicato gráfico, y la voz del actor Norman Briski, que realizó una obra de teatro con los propios obreros. El episodio cuenta con la participación del periodista, escritor e integrante de lavaca Sergio Ciancaglini, que cubrió la toma y recuperación en 2003.

Capítulo 5

La situación de Tiempo Argentino es uno de los máximos símbolos de los últimos años. Por un lado, la conformación de la cooperativa se dio al comienzo del gobierno de Mauricio Macri, en 2016, luego que los empresarios de medios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, vinculados al kirchnerismo, abandonaran a más de 100 familias. Por otro, porque se trató de un medio de comunicación recuperado, rubro que contaba con algunos procesos. Tiempo abrió una nueva posibilidad por la que otras experiencias siguieron por el mismo camino cooperativo. A su vez, el diario sufrió el destrozo de la redacción por parte de una patota al mando del empresario Mariano Martínez Rojas, causa que ya está elevada a juicio. Este capítulo es un homenaje a esa lucha, a su primer presidente Javier Borelli, y cuenta con la participación del editor de la MU, Franco Ciancaglini, el periodista que cubrió en tiempo real el brutal ataque a un medio de comunicación autogestivo. 

Capítulo 6

El sexto episodio comienza con la periodista Anabella Arrascaeta pegando imágenes sobre una reja en un edificio tapiado. En ese mismo lugar funcionó el Hotel BAUEN, uno de los emblemas de la autogestión obrera en Argentina, que cerró sus puertas en 2020. Allí llega uno de sus referentes, Federico Tonarelli, a pensar qué significó esa experiencia. Deudas, macrismo, pandemia y después, algunas de las razones de por qué la cooperativa del Hotel BAUEN dejó el edificio de la Avenida Callao y cambia de piel. Tonarelli habla desde la expropiación vetada por Macri hasta la incomprensión del gobierno actual sobre el mundo autogestivo. Cómo se vivió desde adentro la decisión. Y las lecciones que deja la historia viva de este símbolo de las empresas recuperadas que hoy busca reinventarse, una vez más. 

Capítulo 7

Los dueños abandonaron en 2002 esta fábrica de tornillos y sus trabajadorxs se hicieron cargo. Crearon la Cooperativa La Matanza. Atravesaron crisis, macrismo y pandemia. Y cumplieron nada menos que 20 años sin patrón, con una nueva generación al frente. Edith Garay es una de las referentes no solo de la fábrica, sino también del movimiento y de las trabajadoras en las cooperativas, y sus palabras expresan un master en gestión de la producción y la administración, además de cómo se mantienen vivas la memoria y el deseo: “Lo principal es pensarnos empresarios sin olvidarnos que somos trabajadores”. 

Capítulo 8

El último episodio y otra muetra de las cosas que hay que hacer para trabajar: en el Mercado de Flores, en la Ciudad de Buenos Aires, el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas presentó MIA, la Moneda de Intercambio Argentina, lanzada para fortalecer a empresas recuperadas y experiencias de la economía popular a partir del intercambio de productos y servicios. Fue la primera vez que la presentaban públicamente, y la comunidad entendió todo: cambiaba pesos por MIA y compraba productos cooperativos a precios populares. La idea de la experiencia nació en Suiza en 1934. Y hay un lema que cierra a puro baile: “La cooperación supera a la competencia”.

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