“Hoy por hoy, se producen y escriben en la Argentina innumerables medios verdaderamente independientes. Ellos son el fruto de la gestión de grupos de periodistas con vocación de hacer llegar a públicos diversos la información que los grandes medios no proporcionan, y las más variadas expresiones de las culturas que conviven en nuestra sociedad”. El diputado Jorge Rivas defendió así el proyecto de Ley de Fomento de las Revistas Culturales, Independientes y autogestivas que presentó en mayo de este año para combatir la concentración y monopolización en la producción, distribución y comercialización de la prensa gráfica. Rivas participó en uno de los encuentros organizados por la Facultad de Periodismo de La Plata en el marco de las Jornadas de Periodismo, Política y Comunicación: 30 años de Democracia.
A través del software que le permite, desde su casi total parálisis, plantear sus ideas a través de una computadora, agregó: “El proyecto de ley tiene por objeto aportar la necesaria protección del Estado a medios gráficos independientes no sólo del poder político sino también de los sectores concentrados de la economía”.
La presentación se hizo junto a Daniel Badenes, de la revista La Pulseada que integra en nodo La Plata de la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (ARECIA) y director de la carrera de Comunicación Social de la Unqui; Mariano Lucano, director y co-fundador de la Revista Barcelona y Sergio Ciancaglini, integrante de la Cooperativa de Trabajo Lavaca y la revista Mu.
Libertad de expresión
Badenes manifestó que estas revistas son independientes pero no son apolíticas: “Hablan del derecho de la comunicación como derecho humano y no como un negocio”, y agregó “el Estado tiene que intervenir para garantizar estas voces”. Lucano historió la creación de Barcelona como propuesta crítica, de amor al trabajo y a la vez estética, y explicó de qué modo la revista está siendo perjudicada por esas dinámicas de concentración que buscan expulsar a los medios independientes de los canales de distribución de sus producciones. Desde Lavaca se destacó el valor de poder trabajar con libertad, en lo que uno quiere y con la gente que quiere, y hubo coincidencias con el argumento del diputado Rivas sobre que la libertad de expresión es un bien social y no una propiedad de grupos empresarios. Al garantizar el funcionamiento de estos medios independientes y autogestivos, plantea Rivas, se garantiza el ejercicio real de esa libertad.
Vínculo con el público
Ante un aula colmada por unos 140 alumnos, los disertantes explicaron que el proyecto de Ley propone mecanismos de desgravación impositiva (que se le reconocen a grandes corporaciones), garantizar la distribución de las publicaciones, y la creación de un Fondo equivalente al 20% de la pauta publicitaria que ponga en un terreno de igualdad con medios comerciales a estas revistas que ya suman 320, la mitad en las provincias argentinas, que no tienen fines de lucro sino de multiplicación de trabajo, y que han subsistido hasta aquí debido a su vínculo genuino con el público: se trata de un universo de 350.000 ejemplares mensuales, que llegan a alrededor de 1.500.000 de personas.
Trabajo para periodistas
La otra clave que surgió de la charla es el horizonte de trabajo que esta ley abre a miles de estudiantes de comunicación y periodismo, al cambiar el paradigma del trabajo salarial en empresas convencionales, por el de la gestación de proyectos propios y autogestivos de comunicación, que ahora verán facilitada su materialización. Los casos de La Pulseada, Barcelona, y Lavaca llevan ya entre 10 y 12 años de vida, demostrando su capacidad de sustentabilidad, como ocurre con gran parte del sector, que se hizo visible hace ya dos años en el Primer Congreso Internacional de Periodismo Autogestionado, realizado en el Hotel Bauen.
En su intervención Rivas agregó que el proyecto busca fomentar y fortalecer a “cooperativas, asociaciones civiles y pequeñas y medianas unidades productivas. No pueden ser beneficiarias (…) las vinculadas o controladas por empresas o grupos económicos nacionales o extranjeros”.
El proyecto está tramitándose en la Cámara Baja con la firma, además de la de Rivas, de Héctor Recalde, Mara Brawer, Remo Carlotto, Agustín Rossi (antes de pasar al ministerio de Defensa), María del Carmen Bianchi, Carlos Heller, Edgardo Depetris, Juan Carlos Junio, Adriana Puiggrós, Silvina González Larraburu y Liliana Ríos, entre otros.