Bayer AG, el conocido laboratorio alemán dueño de Monsanto, fracasó en su apelación ante la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en su búsqueda de desestimar miles de demandas en su contra por los casos de cáncer causados por el uso del glifosato, según los fallos en primera instancia, ratificados ahora por el máximo tribunal de dicho país. Toda la información sobre estas cuestiones ha venido siendo publicado en los últimos años en los Monsanto Papers (www.monsantopapers.lavaca.org), que revelan de qué modo la empresa ocultó maliciosamente la información sobre los efectos del herbicida.  El dato es relevante en un país como Argentina, el más fumigado del mundo en relación a la población (500 millones de litros anuales).    

Hoy, 21 de junio, la agencia internacional Reuters, a través de un informe Lawrence Hurley (quien cubre noticias judiciales y fue ganador del Pulitzer) anunció el rechazo de la Corte a la intención de Bayer de desestimar los reclamos legales de quienes sostienen que el Roundup (glifosato fabricado por Monsanto) causa cáncer.

La empresa pretendía esquivar así demandas de una magnitud que muestran estos números:

  • Bayer reconoció que pudo negociar 107.000 demandas sobre un total de 138.000, para evitar que lleguen a juicio.  
  • Eso implicó una erogación a las víctimas de más de 11.000 millones de dólares en 2020, pero queda por verse qué ocurre con quienes no acepten esos acuerdos. Bayer, preventivamente, ha tenido que disponer de 4.500 millones de dólares extra para enfrentar esas potenciales demandas.  

El fallo del tribunal supremo estadounidense rechaza la apelación de Bayer (laboratorio alemán que en 2018 compró a la cuestionada Monsanto por 63.000 millones de dólares) en el caso de Edwin Hardeman, usuario del Roundup que ganó uno de los tres juicios en California por los efectos cancerígenos del glifosato en la salud, principalmente manifestados como Linfoma No-Hodgkin. La catarata posterior de juicios fue detenida por Bayer mediante los arreglos extrajudiciales por esos 11.000 millones de dólares en 2020.  

El texto de Reuters plantea: “Bayer había depositado esperanzas de alivio en la Corte Suprema de mayoría conservadora, que tiene reputación de ser favorable a las empresas”, y comenta que la empresa manifestó su “respetuoso desacuerdo” con el fallo que ahora es definitivo.

Bayer ha dicho que no debería ser responsabilizada por el uso de un herbicida aprobado por la EPA  (siglas en inglés de la Agencia de Protección Ambiental). Los Monsanto Papers (que no son una filtración sino los documentos que la empresa tuvo que presentar ante la justicia norteamericana) muestran de qué modo la agencia se subordinó a los intereses empresarios (https://monsantopapers.lavaca.org/2018/02/06/oficial-de-la-epa-acusado-de-ayudar-a-monsanto-a-cajonear-un-estudio-sobre-el-riesgo-cancerigeno-de-sus-productos/)

El glifosato es un herbicida que mata toda planta sobre la que se arroje, salvo las genéticamente modificadas para resistirlo. Por esa razón el negocio de los transgénicos está íntimamente asociado al de las corporaciones fabricantes de estos venenos. Además del costo que implican para los productores, en el caso argentino han demostrado ser un enfoque erróneo del problema de las denominadas “malezas” que crecieron de una a casi 40 en los últimos 20 años, haciendo que pooles de siembra y productores deban arrojar cada vez más venenos, y con mezclas cada vez más letales, para seguir matando todo lo que rodea a sus producciones transgénicas, con los previsibles efectos en la salud de las personas y del medio ambiente.   

El glifosato en 2015 ya había sido considerado posible cancerígeno por la IARC (Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud) pese a lo cual el tema ha seguido siendo cuestionado por una suerte de negacionismo proveniente de las corporaciones y de negocios vinculados a estas prácticas, nocivas como queda confirmado tanto para la salud, como por sus efectos ambientales y de contaminación de aire, tierra y principalmente agua, que no han sido objeto de estos juicios pero generan múltiples reclamos en las ciudades y pueblos sometidos a estas prácticas, ante el silencio de los gobiernos.

Esta historia continuará escribiéndose.  

Link a una de las notas de MU y lavaca.org que explican lo que ha venido sucediendo. Fue publicada hace dos años, por lo que sufre una especie de inflación: la cantidad de agrotóxicos arrojados en el país es hoy mucho mayor, y la cantidad de demandas contra Bayer-Monsanto también.